jueves, 8 de septiembre de 2016

El Jefe de mi padre








El jefe de mi padre

Era un día de primavera, lluvioso, y la parada del autobús que me llevaba de vuelta a casa estaba más cerca del trabajo de mi padre que de mi casa, así que decidí ir a la fábrica donde trabajaba y esperar allí hasta que terminase para irme a casa en el coche con él, además me iba haciendo pis, y no podía aguantar más.

Enseguida llegué y pasé hasta su despacho como lo había hecho otras veces. Me disponía a ir al aseo cuando entró por la puerta el jefe, ya habíamos coincidido en alguna ocasión, pero siempre con mi padre delante. Era un hombre de unos 50 años, canoso, figura atlética, con muy buena presencia. La verdad es que yo siempre me he sentido atraída por los hombres mayores, y aquel hombre estaba muy bien físicamente.

 - Hola!, estás esperando a tu padre?, -si, contesté yo tímidamente.
Tenía unas ganas locas de ir al baño, pero me daba un poco de vergüenza decírselo. Él me invitó a sentarme y a esperar, al parecer, mi padre iba a tardar un rato porque estaba reunido. Se quedó por allí haciendo como que estaba revisando papeles, pero yo empecé a notar como su mirada se clavaba cada vez más en mí. Había un silencio algo incómodo que de repente él se decidió a romper con unas cuantas preguntas.

- Cuántos años tienes ya?, hace tiempo que no te veía, pero te has convertido en una jovencita muy atractiva. Seguro que tienes muchos admiradores. Yo sonreí tímidamente de nuevo por educación, porque no sabía qué contestar a esa última pregunta, pero me pareció que quería ir más lejos de lo que aquellas inocentes preguntas parecían, lo cual empezó a excitarme sobremanera, así que decidí seguirle un poco el juego.

- Me estoy haciendo pis, pero no me acuerdo muy bien por donde se va al aseo.
- No te preocupes, yo te acompaño preciosa.

De camino al baño me puso la mano sobre el hombro, se inclinó hacia mi y me dijo - Sabes que me encantaría ver como haces pis?. Yo estaba cada vez más caliente, y poco a poco me iba desinhibiendo, así que le dije que podía dejar la puerta abierta y mirar si quería, que a mi no me importaba .

Inmediatamente mis ojos se fueron a su entrepierna. Había aumentado de volumen de manera súbita.
Me levanté el vestido, bajé mis braguitas lentamente para darle un poco de morbo a la situación y me senté en la taza con las bragas a media pierna y las piernas bien abiertas para que él pudiera ver bien todo mi coño, que no solo estaba mojado por el pis, mi flujo había aumentado abundantemente en el último cuarto de hora.

- Te gusta?, le pregunté yo con un tono pícaro, a lo que él me contestó, - Me encanta , y no solo eso, me muero de ganas por follarte aquí mismo y ahora.
- Me levanté y dejé caer las bragas al suelo, invitándole a entrar no solo al baño, si no también dentro de mi.

Pasó, cerró la puerta y se bajó los pantalones y los calzoncillos. Estaba con todo su miembro al aire. Me encantaba!, tenía unas proporciones perfectas y estaba completamente dura.
Me quitó el vestido y me dejó totalmente desnuda. Se sentó en la taza y cogiéndome por la cintura, me sentó encima de su polla, uummm, entró sin problemas, yo estaba completamente lubricada por mis propios jugos. Me manejaba como a una muñeca, yo a penas pesaba 50 kg, así que el me levantaba, me subía y me bajaba una y otra vez mientras su polla entraba y salía a una velocidad que iba en aumento. Yo estaba completamente extasiada y me dejaba hacer....Dios!!!, cómo me gustaba, no quería parar, mi rostro debía estar desencajado de placer, y él me preguntaba una y otra vez – Te gusta?, - Quieres más ?, yo solo podía decir si, si ,siii, por favor no pares!!
Seguimos durante unos minutos , hasta que ya no pudimos más y ambos nos corrimos entre gemidos de placer.

Estábamos sudando, y ahora había que salir de allí con disimulo. Si nos encontrábamos con mi padre por los pasillos, la situación podía ser muy incómoda, porque ambos íbamos acalorados, así que se lavó la cara y salió él primero, y unos minutos más tarde salí yo. 
 
Cuando llegué al despacho, allí solo estaba mi padre, que me dijo: - Ya me iba para casa, pero me ha dicho mi jefe que te había visto y que me estabas buscando, iba algo apurado, y se ha marchado , parece que tenía prisa, me ha dicho que te salude de su parte y que vengas cuando quieras por aquí, que a lo mejor en verano cuando cojas las vacaciones te puede dar un empleo en su oficina, qué te parece?, la verdad es que es un gran tipo.
 - Si papá, tu jefe es un gran hombre!



2 comentarios:

  1. Muy bien, mi niña Sigue así. Estimula a los demás, te divierte a ti. Un beso, te quiero

    ResponderEliminar
  2. Te envio opinión por email. Te quiero

    ResponderEliminar